Hongos de poros blancos, ni ennegrecientes ni azuleantes
En muchas regiones de España se conocen popularmente como "hongos" a especies pertenecientes a la familia Boletáceas, que se cracterizan fundamentalmente por presentar debajo un himenio formado por tubos, como una esponja por debajo, entre los cuales las especies más comerciales y de más interés entre los recolectores son las que presentan los poros del himenio muy pequeños y redondeados, blancos aunque en la madurez pasan a amarillento o amarillo verdosos por las esporas, carne ni azuleante ni griseante y pie provistos de un retículo en lo alto
Para su identificación es fundamental observar el tipo y alcance de la retícula del pie, la presencia o no de viscosidad en la superficie del sombrero, así como su coloración y si los poros grisean o enrojecen algo en la madurez.Las esporas en todas las especies son muy parecidas y de poco valor sistemático, son grandes, muy alargadas, fusiformes o en forma de barca y un poco amarillentas al microscopio, pero ocráceas en masa.
Aunque en tiempo seco puede ser complicado determinar la viscosidad la estructura microscópica de la cutícula es fundamental, en los secos las hifas terminales se levantan erectas y relativamente juntas.
Mientras que en el caso de sombrero viscoso las hifas superficiales observadas en agua o en rojo congo, como es en este caso, aparecen muy separadas y divergentes por la presencia de mucosidad.
El más importante sin duda es el Boletus aereus de sombrero completamente seco y afelpado de una coloración variable que va del color claro de avellana hasta el negro, dependiendo entre otros factores de la luz.
En tiempo húmedo se aprecia bien la viscosidad y en tiempo seco se aprecian restos orgánicos adheridos a la superficie.
El hongo de verano, Boletus reticulatus = Boletus aestivalis, es de los primeros en aparecer, con sombrero de coloración generalmente clara como la del B. edulis, pero seco y afelpado y con un pie alargado y con una retícula muy marcada.
El Boletus pinophilus resulta bastante característico por los colores rojizos que presenta tanto en el sombrero como en el pie e incluso en los poros en los ejemplares muy adultos. La cutícula del sombrero es un poco viscosa, especialmente en los bordes en lo que claramente se diferencia del B. aereus. Los ejemplares muy adultos pueden confundirse con las especies de Boletáceas con poros amarillos desde los estadios iniciales que los vemos en otro apartado.
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